El Congreso Interamericano subrayó la importancia de la educación ambiental como base para la acción climática. La promoción de la conciencia ambiental desde una edad temprana y el fomento de la participación ciudadana son fundamentales para construir sociedades más resilientes frente al cambio climático. Este enfoque en la educación refleja el compromiso de la comunidad científica y académica en la formación de futuras generaciones de líderes ambientales.